jueves, 22 de abril de 2010

Quiero soñar en tí.

¿Quieres venir?...cuando hago esa pregunta casi todo el mundo me responde que no, que debemos mantener los pies en la tierra, que la realidad es cruel, que no debemos VOLAR...puede que a la final tengan razón, pero y si yo no quiero quedarme?. Mi mente divaga con cada imagen, sonido, sabor...olor...me encanta tu olor...pinturas, solventes, tabaco y algo más que aún no logro descubrir pero bueno, continuemos, mi mente es como una licuadora, donde ponemos algo de esto y de aquello, la encendemos y como resultado obtenemos una masa irreconocible donde aquel que intente saber que es....está perdiendo su tiempo. Mi mente es como una droga, alucinaciones de todo tipo, sensaciones intensas y junto con la música, la adrenalina y otras cosas hacen mis cambios de humor impredecibles...

Nunca me agradó la realidad, es como un vidrio incrustado en el dedo, que con cada roce nos produce un dolor, y lo más horrible es que no te lo puedes quitar. Mi realidad, no lo sé, tiene sus altas y bajas, mi corazón vendría a ser una especie de catalizador, de reactivo que potencia el efecto de mi mente, y allí es donde suelo tener sobredosis que me llevan a un estado de "quiero habitar en tus sueños y ser parte de tu alma"...más cuando el efecto me pasa, envidio a aquellos que ya pasaron a mejor vida, y de vez en cuando quiero unirme a ese grupo.

Ese es el precio que pago por no cortarme las alas...y la verdad es que nunca lo haré, los límites los pone uno, esa es una realidad. Yo quiero volar, más allá de lo que está sociedad nos deja ver, soy un romántico, la idea de felicidad para mí es tan solo compartir el resto de mi vida junto a la persona que ame, no importa como, ni donde, ni cuando...solo poder verla todos los días. En cuanto a lo económico...me importa un bledo.

Porque escribí esta entrada...en parte por la razón de siempre, y también porque necesitaba decirlo, me gusta soñar, y nunca dejaré de hacerlo.

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