domingo, 22 de julio de 2012

Mundo



Salimos de casa un poco tarde, como de costumbre cuando el tiempo de uno depende de otras personas. Humanamente espere calmado, tal vez por decencia o respeto aun cuando el irrespetado era yo. Tomamos la carretera y discutimos un poco. El se veía sereno y se notaba el animo que tenia por ir a escalar. Ella un poco mas tímida se escondía en el asiento del pasajero detrás de una, digamos, falsa sonrisa que delataba su falta de confianza. Entendible.
Y bien, llegamos al lugar, lo de siempre. Gente extraña, gente rara y gente normal. Volver a ver a los amigos después de algunos meses y una u otra carta ridícula y innecesariamente digitalizada las cosas parecían no haber cambiado, mas sin embargo yo soy otro, ellos son otros pero la esencia queda y aun nos entendemos. Entre risas y desafíos nos atrevimos a explorar la pared, ella un poco incomoda todavía, todo era extraño y los ánimos no le sobraban.
Llego la hora de despedirse y cada quien seguir en su cuento, una falsa promesa de verse pronto, no porque no fuese algo que no quisiéramos cumplir, sino porque en el fondo sabemos que era casi imposible de que suceda.
Habia una vaca, no se que relevancia tiene, pero había una vaca, quizá la culpa es de la vaca.. en fin.

Tomamos las cosas, nos despedimos de la vaca y alegremente encendimos el auto para devolvernos por donde vinimos.

En el camino nos dimos espacio para pensar en lo que había sucedido. Yo por mi parte alegre de reencontrarme con mis amigos. Amigos que uno cree perdidos porque... porque es mi culpa, suelo ser así y no me estoy excusando, me estoy reclamando. Pero amigos que lo quieren a uno y no tienen miedo de decirlo, que de vez en cuando llenan el correo con unas pocas palabras pero no necesitan escribir tanto para decir mucho. Todo eso pesa al final, las propuestas, los planes y el apoyo. La distancia es poco y aun así, me quejo de este mundo en el que vivimos. Lleno de falsedades y gente absurda. Gente que lo insulta a uno por ser cortes. Yo me ofendo con esa gente, de pronto no debería pararle bolas a eso y seguir mi vida, al fin y al cabo soy yo quien hizo bien, pero como es posible que saliendo de la casa, voy detrás de un carro y hago un pequeño desvio para evitar el resalto en la vía pero disminuyo la velocidad para que el carro que va adelante y lleva la vía, siga y de repente la mujer que viaja en el asiento del pasajero, que me sorprende mas que sea mujer, me hace un gesto queriendo decir cobarde o marica porque no los cerré ni los hice frenar, porque fui éticamente correcto y respete su vía.... Ese es el mundo en el que vivimos, donde la gente muere a diario y no porque hay gente que mata, sino porque hay gente que deja morir. Porque es mas fácil voltear la cabeza que extender el brazo.