domingo, 2 de mayo de 2010

Dejala correr..

Imaginate una historia de pelicula, tu y yo caminando por una fria calle, de piedras mojadas… los autos pasan sin notar que vamos por ahi, cada cual por su lado, pero con la cabeza fija en lo mismo, vamos al mismo lugar, tu y yo nos vamos a encontrar, hoy, esta noche.

Aquella vieja cafetería de la esquina será nuestro sitio, nos vamos a tropezar por error, me tiraras mis papeles al suelo que se confundirán con los tuyos, solo nos alumbra un pequenio foco sobre el letrero.. algo en francés que no entiendo.

Lo siento, iba pensando en otras cosas, no te vi. Como has estado? Me preguntaste. No se si tu también sientas como si me conocieras hace rato, puede ser que te parescas a mi. Bastante bien, aun escribo y tu? Conteste con miedo, han sido varios anios.
Por que no nos tomamos algo, podemos contarnos historias, debes tener ya que contar, me dijiste.
Como no aceptarlo, además nuestros papeles ahora mas que en sus enredadas palabras, se han traspapelado, no importa pensé, a la final escribimos parecido y siempre es bueno algo nuevo.
Se siente bien encontrarse con alguien parecido a uno en esta gran ciudad, pensé que siempre tendría que esconder todo esto, que no habría de encontrar tan facil con quien compartir lo que escribo. Como dice fito: cantarte lo que nunca escribo y escribirte lo que nunca canto.

Es raro, las mujeres se quejan de que no encuentran quien las respete, las quiera, las tome en serio, pero cuando llega alguien que de verdad les muestra su corazón como es, el rojo latir de esas fibras ya canzadas, lo desprecian y no lo toman en serio, ponerles el corazón delante, entregarles un paquete con todos los sentimientos no les basta…

Por eso hoy estoy mas alegre, hoy que te he encontrado, un poco egoísta, me alegro de encontrar alguien como yo, alguien que comparta lo que pienso.. a su manera, a su estilo.

Han pasado ya casi 10 minutos y no hemos tenido necesidad de hablar, solo con mirarnos basta para entender lo que el otro quiere decir, además tengo tus sentimientos en tinta y tu los mios, a la final para eso los escribo, para quien los quiera leer
Ha sido un gusto poder salir de este pekeno universo, intercambiar ideas contigo, se que nos volveremos a ver.
Y asi pago la cuenta, te despides con un dulce y cordial beso y nos desaparecemos en las sombras de la ciudad, los carros parecen atravesarnos y la luz no nos puede tocar, a la final somos tu y yo, una pequenia mancha en esta enorme sombra de luz.

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